‘Today, the United States faces very powerful enemies, but the mortal danger comes from within: not from Moscow but from that mixture of arrogance and opportunism, blindness and short-term Machiavellianism, volubility and stubbornness which has characterized its foreign policies during recent years and which remind us in an odd way of the Athenian state in its quarrel with Sparta. To conquer its enemies, the United States must first conquer itself — return to its origins. Not to repeat them but to rectify them: the “others” — the minorities inside as well as the marginal countries and nations outside — do exist. Not only do we “others” make up the majority of the human race, but also each marginal society, poor though it may be, represents a unique and precious version of mankind. If the United States is to recover fortitude and lucidity, it must recover itself, and to recover itself it must recover the “others” — the outcasts of the Western World.’
Octavio Paz, ‘Mexico and the United States,’ first published in the New Yorker of 17 September 1979.
Leer en el idioma original:
«Hoy los Estados Unidos se enfrentan a enemigos muy poderosos pero el peligro mortal no está fuera sino dentro: no es Moscú sino esa mezcla de arrogancia y oportunismo, ceguera y maquiavelismo a corto plazo, volubilidad y terquedad, que ha caracterizado a su política exterior en los últimos años y que recuerda extrañamente a la del Estado ateniense en su disputa con Esparta. Para vencer a sus enemigos, los Estados Unidos tienen primero que vencerse a sí mismos: regresar a sus orígenes. Pero no para repetirlos sino para rectificarlos: el otro y los otros —las minorías del interior tanto como los pueblos y naciones marginales del exterior— existen. No sólo somos la mayoría de la especia sino que cada sociedad marginal, por más pobre que sea, representa una versión única y preciosa de la humanidad. Si los Estados Unidos han de recobrar la entereza y la lucidez, tienen que recobrarse a sí mismos y para recobrarse a sí mismos tienen que recobrar a los otros: a los excluidos del Occidente.»